Description
Desayuno sencillo, de esos que no salen en revistas. Pan con tomate, un café que aún humea, aceite virgen extra, dos velas encendidas, un cuchillo… y un mantel a cuadros que no necesita presentación: todos lo hemos visto alguna vez en una mesa de cocina real.
Esta obra de Pili Iglesias, titulada “Pan con tomate y café”, es un retrato bordado de lo cotidiano, pero no por eso menos poético. Al contrario. Hay en ella una calidez reconocible, como si alguien acabara de levantarse y estuviera a punto de sentarse ahí mismo. Como si la escena esperara compañía.
Todo está hecho a mano, con tejidos rescatados, bordados con una precisión nada rígida, que permite que cada objeto respire y conserve su carácter. El tomate brilla, el pan tiene textura, el café parece oler. Y las velas, quizá lo más inesperado del conjunto, nos hacen pensar que este desayuno tiene algo de ritual. De regalo.
Pili Iglesias tiene esa capacidad rara de hacer visible lo invisible. De bordar lo que otras personas ni siquiera mirarían. Por eso sus cuadros no solo decoran: cuentan. Y quien los cuelga en su casa no está buscando una imagen bonita, sino un lugar al que volver.
¿Y si este rincón de desayuno también fuera tuyo?
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